El proceso de elaboración
El proceso comienza con el sacrificio del animal, en nuestro matadero MAGUISA, cuando llega a su peso óptimo, después lo despiezamos en nuestra Sala de Despiece y los jamones y paletas, después del proceso de enfriamiento, pasan al proceso de salado.
El jamón Miratonda lleva un corte típico de Guijuelo en forma de V, y es introducido en sal marina durante el tiempo que el Maestro jamonero considere oportuno para darle ese sabor casi dulce que caracteriza nuestro producto.
Después se lavan los jamones uno a uno y los 45 días siguientes permanecen al estricto cuidado del Maestro jamonero, controlando a diario su temperatura y humedad mientras continúa su proceso de curación.
Durante el primer año, el jamón habrá perdido alrededor de un 20% de su peso original por causa del sudado de la pieza, y a partir de aquí seguirá mermando otro 15% más hasta llegar hasta el punto óptimo para su consumo.
Los jamones Miratonda pierden este peso mediante el paso de los veranos en sus Secaderos Naturales, que son los más Altos de Guijuelo, y de los inviernos en sus silenciosas Bodegas.
De este modo se va completando un largo proceso de tres años, que da lugar a un producto tan excepcional como es el jamón Miratonda.